miércoles, 23 de marzo de 2011

El periódico de papel, ese gran desconocido

"Ni en papel, ni en Internet". Cerca de los 50 jóvenes de 15 años que han participado en el taller Aprendamos a entender los medios de comunicación reconocen que casi nunca leen el periódico, sea cual sea su soporte, y confiesan que el contacto con el diario de papel alcanza la condición de extraordinario. "Solo [leo el periódico impreso] en casa de mis abuelos", asegura Tomás, uno de los alumnos.

Para atajar este déficit de interés por la información, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y la Obra Social la Caixa , pusieron en marcha esta iniciativa en 2009 que esta mañana ha presentado su tercera edición. La iniciativa llegará a 1.300 alumnos, de entre 15 y 16 años, de 20 centros educativos. El periodista y profesor de Ciencias de la Información Manuel de Ramón, que imparte el seminario, asegura que el objetivo no es despertar vocaciones periodísticas sino "crear ciudadanos bien informados porque conocen mejor sus derechos y sus obligaciones y son mejores ciudadanos".
La victoria de España en el Mundial de Sudáfrica y el premio Laureus que la selección ganó el pasado 7 de febrero sirven de base para los ejercicios: ponerle un titular a un artículo, escribir una crónica a partir de un titular o recomponer los párrafos desordenados de un texto periodístico. También reflexionan sobre por qué una misma noticia tiene un enfoque distinto según el medio.

Ocho grupos de alumnos de 4º de ESO hojean la decena de periódicos que hay en cada mesa como una pieza de museo, la mayoría no tiene contacto con el periódico y prefieren ver las noticias en televisión. La eclosión de las redes sociales las ha convertido, esta mañana, en protagonistas de un debate sobre el uso que los periódicos deberían hacer de ellas. Aunque no leen el periódico todos los alumnos tienen perfil en tuenti y algunos, también en facebook . ¿Twitter ?: "No, somos más de tuenti que de twitter", responden.

Los alumnos plantean propuestas de cómo los medios deberían aprovechar este tipo de redes. Actualizaciones periódicas de las noticias o pop-up (ventanas emergentes) con enlaces como ocurre con los anuncios. Los jóvenes, sin embargo, cuestionan este tipo de prácticas que aparecen sin preguntar al usuario. "Nosotros no entramos en facebook para informarnos", dice Blanca y añade: "No me haría amiga de un medio de comunicación porque me llenaría el muro de titulares".

Los estudiantes del Colegio Alemán de Madrid, los primeros en estrenar la tercera edición de este programa, preguntan, debaten y participan activamente. Cuestionan las valoraciones y las opiniones que consideran "demasiado subjetivas" para un medio informativo. Son una generación que, quizá, verá desaparecer el papel. De Ramón opina que el papel, como otros soportes de escritura, es pasajero y que lo que venga será mejor. "Estamos en una situación en la que los veteranos nos tenemos que poner al día", señala el profesor. Una dificultad añadida que se le escapa también en el día a día: "Esto de las nuevas tecnologías... era mejor la pizarra".

lunes, 14 de marzo de 2011

Proust, Poe y la poesía

La poesía como tiempo recobrado. La revista turolense «Turia» publicará once poemas inéditos de Marcel Proust. La poesía, señala Mauro Armiño como traductor de la obra proustiana, «persiguió» al escritor asmático durante toda su vida: «Empezó escribiendo y publicando en alguna revista durante sus años de estudiante, no tardó en derivar hacia la narrativa, que en sus inicios quedó marcada por sus afanes líricos».

Estos poemas, que ven por primera vez la luz en español, ayudan a comprender la evolución creadora del autor de «En busca del tiempo perdido» y prefiguran su sensibilidad. Como asegura Armiño, «es en los poemas iniciales donde Proust busca en la poesía un cauce para la expresión de sentimientos o la descripción de una situación anímica personal». Entre los versos rescatados, el traductor ha seleccionado los que se adscriben «a esa corriente finisecular en la que se integran y son comprensibles». Entre ese material destaca, por su conexión con la magna obra del escritor, el titulado «Contemplo a menudo el cielo de mi memoria»: «Todo lo borra el tiempo como las olas borran / Los trabajos infantiles sobre la allanada arena / Habremos de olvidar estas palabras tan precisas / tan vagas. / Tras las que el infinito sentimos cada uno».
Entre los poetas de cabecera de Proust cabe destacar el poderoso influjo de Baudelaire y, sobre todo, el de Mallarmé, que inspiraría algún perfil literario de su magna obra.
En el «Canto general», Neruda identifica a Poe con una «matemática tiniebla». Y en «Matemática tiniebla» (Galaxia-Círculo), reúne Antoni Marí los textos en que Baudelaire, Mallarmé, Valéry y Eliot situaron a Poe en el frontispicio de la modernidad. La ecuación nerudiana, una poética que combina «la tiniebla del subconsciente con la luz de la matemática. La más bella paradoja estética: el orden del caos».
Poe señaló el camino del nuevo siglo poético. Baudelaire lo tradujo y Mallarmé lanzó los dados sobre el azar de la página en blanco. Un ensayo de Eliot proporcionó a Marí la idea de reunir los textos germinales de la poesía moderna. El autor de los «Cuatro cuartetos», subraya, «hubo de reconocer, a su pesar, la presencia de Poe en su poesía». El ordenado Eliot hubo de admitir, recalca Marí, que «uno de los peores poetas en lengua inglesa —según él— se había colado de un modo subrepticio en su propia obra poética». Al final, en su libro «De Poe a Valéry», Eliot reconocería que Poe también inspiró a los maestros franceses por «la magia musical del verso, el ritmo de la concatenación y la evolución de la melodía».
La «Matemática niebla» de Marí combina esos textos de Baudelaire, Mallarmé, Valéry y Eliot que explican «las transformaciones de la poesía contemporánea a partir del efecto que supuso el conocimiento del autor americano por parte de los poetas franceses». Baudelaire lo había descubierto en la narración «El gato negro» y veía al «poeta maldito» consagrado a la belleza.
Una figura que él mismo encarnó junto con Verlaine y Rimbaud. Fue Baudelaire, concluye Marí, «quien reveló al joven Mallarmé el interés por Poe». Una influencia que prosiguió en Valéry: «Si a Baudelaire le interesaba la humanidad de Poe, y a Mallarmé su poesía, lo que interesó a Valéry fue la teoría de la poesía: la conciencia de las operaciones mentales y la imaginación consciente considerada como un instrumento de precisión».

viernes, 11 de marzo de 2011

"En Noruega se puede vivir de la literatura sin ser comercial

"España es un buen comienzo de viaje literario", asegura el escritor Roy Jacobsen (Oslo, 1954).
"Para mí, este país es el puente latino hacia América", recuerda Kjartan Fløgstad (Sauda, 1944).
Los dos escritores noruegos recalan en Alicante, donde residen 50.000 compatriotas suyos, para participar en el ciclo Literatura y vida, que organiza Caja Mediterráneo. El primero es uno de los literatos más influyentes, autor de 11 novelas, entre ellas El despertar, cuatro colecciones de cuentos y la biografía del político Trygve Bratteli. El segundo triunfó como poeta en la década de los sesenta, y luego ha publicado más de 40 libros, entre ellos, Paraíso en la tierra. Su estilo, con alusiones literarias y cinematográficas, lo sitúan en el realismo mágico de aquellas latitudes. "Hay quien me llama realista ártico", ironiza Fløgstad, quien aprendió a convertir "un pueblo industrial en algo mágico".
¿Vino, agua o cerveza? Jacobsen recuerda que en 1963 los noruegos consumían más aguardiente barato que vino, que apenas se conocía. "La gente destilaba en su casa". Hace ya unos años que han descubierto el vino y están encantados. Pero ¿cuál es la situación de la literatura noruega? "Estamos en un momento interesante, puedes hacer lo que quieras, no hay corrientes, todo está permitido, hemos superado el síndrome de la novela negra", asegura Jacobsen. Para ellos, la literatura nórdica es "mucho más que novela negra, que está robando la fama a la literatura más seria", aunque admiten que han bebido de este género. Y surge el nombre de Stieg Larsson, el fenómeno literario de la trilogía Millenium que, aunque es sueco, ha servido para sacar del armario a los escritores nórdicos. "Me cansa mucho, no usa fórmulas que se salgan de lo normal, aunque su éxito nos abrió las puertas al mundo", asegura Fløgstad. "Con El mundo de Sofia, Gaarder hizo más de embajador que Larsson", agrega Jacobsen, quien admite que Millenium les ha hecho ser más visibles.
Llega el arroz, uno en costra, típico de Elche (con carne y huevo), y el otro del senyoret (pescado y marisco). La conversación gira en torno al oficio y admiten que Noruega es un paraíso para escritores. "La penumbra solitaria y fría ayuda a escribir", bromea Jacobsen. Los dos llevan más de 40 años viviendo de la literatura. El Gobierno aplica medidas para estimular su trabajo; por cada libro que se edita, el Estado adquiere 1.000 ejemplares para las bibliotecas. Luego, hay una política de ayudas a las editoriales y en algunos casos, ayudas individuales. "Es un sistema sofisticado de apoyo que nos permite no estar sujetos al mercado", admite Fløgstad. "En Noruega se puede vivir de la literatura y no ser comercial", agrega Jacobsen. Algunos libros superan los 150.000 ejemplares.
Con los postres, el helado de turrón triunfa. Y auguran una larga coexistencia entre libro tradicional y el electrónico: "El papel no está amenazado, convivirá con el Ipad", vaticinan.