viernes, 18 de febrero de 2011

Los alumnos andaluces de Primaria le dedicarán una hora diaria a la lectura

La Consejería de Educación duplicará el curso que viene el tiempo de lectura del alumnado de Primaria, lo que supondrá la dedicación de una hora diaria en las aulas con el objetivo de mejorar su competencia lingüística.

La propuesta ha sido presentada hoy al Consejo Escolar de Andalucía, con sede en Granada, por el consejero de Educación Francisco Alvarez de la Chica, quien en rueda de prensa ha calificado este aumento de lectura obligatoria como un "salto cualitativo sin precedentes".

El objetivo final de estas medidas es mejorar la adquisición de las competencias básicas del alumnado, reducir el índice del fracaso escolar y rebajar la tasa de abandono educativo temprano hasta el 15% en el horizonte del año 2020.

En paralelo, se pondrá en marcha un programa de segunda oportunidad para aquellas personas que no consiguieron terminar su titulación básica y para los 276.000 andaluces que entre 18 y 24 años no han seguido ninguna formación después de salir del sistema de educación obligatoria, en lo que desempeñará un papel esencial el Instituto de Educación a Distancia de Andalucía.

El consejero ha pronosticado un "compromiso mayor de esfuerzo y estudio" por parte de los escolares, y ha pedido a las familias una "mayor colaboración e implicación en la educación de sus hijos y la relación con el centro y el profesorado", colectivo entre el que se difundirán los conocimientos de aquellos profesionales con mejores prácticas docentes.

El centro escolar se convertirá en la "unidad patrón" del sistema educativo, dándole mayor autonomía con criterios de competitividad que aseguren la "rendición de cuentas" y "responsabilidad por los resultados".

Otra medida prevista para el curso próximo está encaminada a que "la realidad del apoyo escolar se produzca en el mismo aula donde esté el alumno", según ha anunciado Alvarez de la Chica, quien ha señalado que podrá haber dos profesores por aulas para atender a los alumnos con necesidades especiales pues ello "estigmatiza menos".
En la línea de mejorar la comunicación lingüística y el razonamiento matemático, que serán transversales en todas las materias, los profesores de primero y segundo de Educación Obligatoria Secundaria (ESO) podrán agrupar a los alumnos de cada curso por áreas de conocimiento sin menoscabo del conocimiento adquirido finalmente por los escolares.
La prueba ESCALA (siglas de escritura, cálculo y lectura) se efectuará a alumnos de segundo de Primaria de tal modo que sus resultados podrán compararse con los test externos que ya se practican en cuarto de Primaria y segundo de ESO.
La Junta se plantea, a su vez, el objetivo de llegar al 90 por ciento de estabilización de las plantillas de los centros educativos andaluces en 2012 el "máximo posible", ha especificado el consejero.
El crecimiento del presupuesto para Educación este ejercicio permite "abordar un crecimiento en relación con la oferta pública de empleo que no puede abordar ninguna comunidad autónoma en España", ha señalado Alvarez de la Chica.
Según el consejero, uno de cada tres nuevos alumnos del sistema educativo nacional será andaluz frente a otros sistemas que el año que viene verán disminuir el número de menores a escolarizar.

jueves, 17 de febrero de 2011

Cartas de amor de distintas edades

Carta de amor de una niña de 12 años a su profesor

Hola profe, sé que soy un poco joven para ti, pero tú me gustas mucho, y eres la persona más lista que conozco, sabes de todo. Todos los días salgo la última de clase para poder verte más tiempo. Cuando me miras y me preguntas me pongo súper nerviosa, por eso me salen mal los ejercicios.


¿Quieres que seamos novios?

Marta

Ricardo

Carta de amor de una enamorada a su novio


Hola nene!!! Te preguntaras porque te escribo, pudiéndote llamar, pero no son horas, seguro que andarás durmiendo. He estado soñando contigo, recordando los múltiples viajes que hemos realizando durante todos estos años, y los momentos mágicos que hemos vivido.


Te has convertido en más que en un novio, sé que puedo contar contigo para todo aquello que necesite, que ganas tengo de que llegue el viernes y volver a verte, llevare el álbum de fotos, porque me gustaría recordar junto a ti, todos esos momentos.

Siempre tuya, siempre mío.



Aku mencintaimu!!!!!!

Muaaaaakkkk!!!!!!

Carta de amor de una mujer a su marido


Querido Javier:

¿Cómo te echo de menos?, la casa sin ti está vacía y me siento sola, las niñas no paran por casa y cuando están, están a lo suyo ya sabes, el ordenador, los deberes, la tele, sus juegos, sus amigos y yo, yo soy esa que les lava, les barre, les pone la comida y que si pregunta algo la contestan que es una pesada.


Como necesito tu presencia, saber que estás aquí, tu eres el amigo que echo tanto de menos con el que poder compartir esto y todo lo demás.

La cama se me queda grande ahora duermo en tu lado y el resto ni se descoloca, así que solo coloco un poco la colcha y la cama está hecha.


El lunes llegó una carta del banco Santander, lo he abierto pero ya sabes que yo de eso no entiendo, la he guardado para que la veas cuando vengas.

Hay que pasar la ITV del coche, lo sé porque ha llegado la carta de aviso, espero que estés en casa para esas fechas y lo puedas llevar, si no llamare a mi hermano.


Como ves te echo mucho de menos, en todo, pero sobre todo necesito tu contacto, sentirte cerca y apoyar la cabeza sobre la tuya, sentirme tranquila.

Espero que este periodo pase pronto y poder seguir dando los paseos hasta El Boalo, tomar café y otra vez a casa cogiditos de la mano.


Beso de las niñas y un beso y un te quiero de tu querida esposa, Marga.

martes, 8 de febrero de 2011

El narrador del cuento tiene dos mamás


Los libros infantiles enseñan a abordar con naturalidad realidades y asuntos familiares minoritarios o tabú .


Un niño de siete años debería conocer algunos acontecimientos de la historia familiar, de la vida o de la infancia de los padres o de los bisabuelos. Y algo de la propia biografía, para poder contar un par de anécdotas sobre uno mismo cuando era más pequeño...", afirma la pedagoga alemana Donata Elschenbroich en Todo lo que hay que saber a los siete años (Destino, 2010). Y la pregunta es: ¿los pequeños saben hablar de su entorno? No hay un tipo de familia única y las editoriales se hacen eco en sus cuentos de esta realidad. Estas páginas pueden ser protagonizadas por Paloma Li, que nació en China y fue adoptada; Carmen, que tiene dos mamás o Antonio, de padre desconocido. El arco de la temática infantil se abre también a temas espinosos como el alzhéimer, la discapacidad o la muerte. No vale decir "se ha dormido para siempre" porque a edades tempranas uno tiende a quedarse con una interpretación literal.

"Cuando los estudios dicen que la mayoría de los chicos de 13 años piensan que la homosexualidad es una enfermedad, el problema es de los adultos. El niño nace sin prejuicios, son los mayores quienes los transmiten", sostiene Natividad de la Puerta, dueña de A Fortiori, un sello "pequeño, periférico, independiente y suicida". Con su colección En favor de la familia pretende "enseñar que el valor universal es el amor, con independencia del tipo de familia". En sus libros -también editados en euskera- la novia de papá no es una madrastrona o los niños no están sobreprotegidos. "De repente, los padres quieren que sean capaces de tomar sus propias decisiones y ellos no saben. ¿Cómo van a saber? Para eso hay que entrenarse", se queja esta ex directora de un colegio y doctora en Historia Económica.

"En Intermón Oxfam empezamos a editar libros infantiles hace 15 años", cuenta Cristina Concellón, su responsable. "Eran multiculturales, protagonizados por niños de otros ámbitos geográficos y ocurrían allí. Y nos dimos cuenta de que no llegaban a los lectores. Tenían demasiada moralina. Intentábamos meter el mensaje de la tolerancia de forma obvia y el niño lo rechazaba". Por eso hace siete años empezaron a sacar libros interculturales -un escenario cercano al pequeño lector, que en muchas ocasiones comparte pupitre con alumnos inmigrantes- con una trama divertida y en la que su situación personal se lleva con naturalidad, es anecdótica.

De esta moralina quiso huir Lucía Moreno cuando fundó Topka en 2006. No encontraba libros que dibujasen la realidad de su hija "magrebí, con zapatos ortopédicos y dos mamás". Moreno sostiene que en los libros la diversidad suele ser la protagonista, y no el telón de fondo. En su colección de libros sobre Manu -un trasto de tres años- "no se hace hincapié en que él tiene dos mamás, porque eso no es lo que les interesa a los niños, sino si se cae o no de la silla".

"No es verdad que ahora haya más familias singulares. Siempre se adoptó, pero no se decía, los homosexuales adoptábamos como solteros... Lo que sí que hay es una mayor concienciación", prosigue Moreno. Una parte considerable de sus ventas provienen de EE UU, "un país conservador pero con tradición en diversidad por su componente racial". En este momento de crisis no se plantea sacar ningún título -siempre bilingües- a la espera de tiempos mejores. "No quiero traducciones, sino crear el libro desde el principio. Lo que recibo no me gusta: es racista o paternalista..."

Algunas editoriales grandes dedican atención a estos temas, como La Galera, con su colección Llegué de..., protagonizada por niños adoptados en Etiopía, Rusia o Colombia. Los volúmenes concluyen con información del país de origen. O pequeños proyectos como Diario de Abel, de Eduardo Ochoa, en la Fundación Quinta. "No es un tebeo, ni un cómic, ni siquiera una agenda para anticipar o estructurar el tiempo. Se trata de un diario, del diario de un niño con autismo, mi hijo. Tiene ocho años y se llama Abel", escribe Ochoa, que ha llenado el libro de viñetas.

Ana Folgueira, economista, y Laura Sánchez-Ostiz, periodista, dueñas de Syllabus Ediciones, también se las ven y se las desean, como Moreno, para encontrar material. "Desde octubre queremos editar un libro sobre un niño discapacitado y no hay nada apropiado", explica frustrada Folgueira. "El libro nos tiene que enamorar, como Señor mayor -el caso de un abuelo con alzhéimer- un texto poético que casa muy bien con la ilustración. El señor parece salido de una corteza...".

Su proyecto nació en 2009 a lo grande. Consiguieron que un banco comprase 3.000 ejemplares de En algún lugar de China -escrito por Folgueira, madre de dos niñas adoptadas e ilustrado por Emilio Amade- y que unos grandes almacenes lo comercializase sin recibir nada a cambio. Eso les permitió donar 36.000 euros -el 50% de la recaudación- para la operación de niños huérfanos en China. "Esperamos cerrar un acuerdo con un autor de prestigio y, de ser así, intentaremos repetir la iniciativa". Mientras tanto, un euro de sus cuentos solidarios se destina a ayudar.

No todos los sellos han tenido tanta suerte. "Mis libros los compran docentes para trabajar en el aula, facultades de psicología o magisterio, muchas bibliotecas... Pero en las librerías es muy complicado tener visibilidad y el poco dinero que tengo lo gasto en acudir a seminarios", explica la dueña de A Fortiori, que cuelga sus libritos en su web. Se muestra orgullosa: "No creo que reste ventas y la cultura hay que compartirla para seguir creando. En una escuela de Quito se han bajado un cuento y tienen en la web un debate muy divertido".

Los estudiantes universitarios tienen ya derechos de autor sobre sus trabajos

Los alumnos universitarios tienen ya derechos de autor sobre sus trabajos. Según el Estatuto del Estudiante Universitario, recién aprobado por el Ministerio de Educación, uno de sus derechos es el siguiente: "Al reconocimiento de la autoría de los trabajos elaborados durante sus estudios y a la protección de la propiedad intelectual de los mismos".
Se trata de proteger los trabajos de los alumnos en la era de difusión universal y automática que permite Internet, para evitar la copia entre estudiantes, pero también su uso indebido por parte de los profesores, asegura María José Romero, secretaria general de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup), en la que están presentes los órganos estudiantiles de 20 campus españoles.

"Dicen que más vale un 'por si acaso' que un 'quién lo iba a pensar'. Parece obvio que siempre ha de ser así, pero pudiera ocurrir, por ejemplo, que un trabajo de fin de máster tuviera una temática concreta acorde con un proyecto de investigación del profesor tutor. Pudiera darse el caso de que el profesor hiciera suyo el trabajo de fin de máster del alumno para incluirlo en su proyecto sin reconocerle la autoría ni pedirle su autorización", explica Romero por correo electrónico.

Con las nuevas titulaciones adaptadas al esquema común europeo (plan Bolonia) todas las carreras exigen que los alumnos presenten un trabajo de fin de Grado y uno de fin de máster.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Los británicos también matan (literariamente)

La potencia de los nuevos escritores británicos de novela negra se deja sentir en BCNegra desde las mismas entrañas de esta cita con el suspense y el mistero. Cuatro de ellos participaron en el encuentro inaugural. Son David Peace, R. J. Ellory, Peter May y Craig Russell. Los cuatro estrenan novela y los cuatro destacan entre la nueva armada literaria. Como muestra, un hecho; en la anterior edición mandaron los nórdicos, en esta sólo participan dos: Johan Theorin y Mari Jungstedt, pero se abordará un tema que nos tiene a todos un poco descolocados: ¿por qué se mata tanto en Suecia?
En Reino Unido también se asesina (literariamente), pero no como se solía. La nueva generación ha roto con la tradición detectivesca inglesa para cultivar el género negro más negro, muchos de ellos inspirados en la mejor escuela norteamericana. Un buen ejemplo es David Peace (Osset, West Yorkshire, 1967), cuya tetralogía Red riding quartet está inspirada en los crímenes del Destripador de Yorkshire. La primera novela, 1974, se publicó en 2010 y ahora acaba de aparecer 1977 (Alba). De él ha dicho su colega Ian Rankin que es "el James Ellroy británico. Un talento fantástico". Desde luego, tiene don para el crimen y ciertamente se inspiró en el cuarteto de Los Ángeles del escritor estadounidense.

El destripador mató a una de sus víctimas a 10 kilómetros de la casa de Peace. Quedó marcado, como el resto de la región, para siempre. 1977 tiene dos narradores: el sargento Bob Fraser, desesperadamente enamorado de una prostituta, y Jack Whitehead, veterano periodista de sucesos que bebe desaforadamente Escocia, como él dice. Si en 1974, también protagonizada por un periodista, se violaba y asesinaba a niñas; en 1977 las víctimas son prostitutas. A Peace le importa un bledo si el lector sigue o no el hilo de su argumento. No lo pone fácil, pero atrapa con un ritmo de mil demonios en el que hay poesía, diálogos, monólogos, repeticiones de frases... El lector que entra en su juego espera impaciente la publicación de la siguiente historia, 1980. En ella, el autor nos sumerge en el Yorkshire de los años setenta a un ritmo de vértigo. A Peace le costó publicar, pero su padre consiguió que lo fichase una pequeña editorial; en 2003 fue elegido uno de los 20 mejores escritores británicos del año de Granta; luego Channel 4 hizo una serie... y se desbordó el reconocimiento y el éxito.

R. J. Ellory (Birmingham, 1965) también tuvo dificultades para empezar. Hasta 22 novelas se tuvo que tragar antes de ver la luz literaria. ¿Un inglés que publica libros ambientados en Estados Unidos? No, gracias, respondían los editores. Paró de escribir unos años y volvió. Sólo silencio (RBA) es una historia tremenda: más de 60 años de la vida de un hombre que lleva sombras oscuras de Georgia en el corazón. Joseph Waughan, el protagonista, cuenta desde el presente intentando comprender su trágico pasado. Cuando tenía 11 años murió su padre y meses después apareció asesinada la primera niña, una compañera de clase. Luego vinieron muchas más muertes. Ellory hace un retrato espléndido de Augusta Falls (Georgia), del miedo, de la intolerancia, de los 14 años que pasó en la cárcel por un crimen que no cometió, de su obsesión por los asesinatos de niñas, de su infancia perdida, de un sentimiento de culpa del que no se puede desprender.

La isla de los cazadores de pájaros, de Peter May (Glasgow, 1951), es la primera novela del escritor escocés que se traduce al español. Su protagonista es el policía Fin Macleod, un tipo torturado por la muerte de su hijo. En estas circunstancias viaja a Lewis, una isla perdida al norte de Escocia, donde nació, para investigar un sangriento asesinato. Se encuentra con su pasado. Nada de lo que le hizo huir ha cambiado: la falta de oportunidades, el alcoholismo, los suicidios.

Craig Russell (Fife, Escocia, 1956) es el más conocido de los cuatro. Se han publicado en España cuatro novelas protagonizadas por el policía Jan Faber y situadas en la Alemania contemporánea. Presenta ahora El beso de Glasgow (Roca Editorial), la segunda del ex soldado e investigador privado Lennox y que, como la anterior, se desarrolla en el Glasgow de los años cincuenta. Lennox, pendenciero, bebedor y mujeriego, cae muy bien y sus historias resultan más cercanas y reales que las de Fabel.

A estos cuatro autores hay que añadir dos nombres bien conocidos. Ian Rankin (Cardenen, Escocia, 1960), que, con su policía John Rebus, nos ha descubierto Edimburgo en clave negra. Y John Connolly (Dublin, 1968), creador del investigador Charlie Parker, que sitúa sus novelas en Estados Unidos. Connolly ha logrado un cóctel cuyos principales ingredientes son el género negro y los elementos sobrenaturales. Es muy adictivo. Hay que añadir a la estadounidense Tana French (Vermont, Estados Unidos, 1973) que vive en Dublín desde 1990. Todos ellos son renovadores.